martes, 25 de enero de 2011

Virtualidad

Virtualidad

Me enamoré de tu voz. Quizá fue por estar hostigado de gritos, de bocinas y de preguntas. Quizás porque al verte rompiste la plana rutina de las urbes .Te buscaba tan sólo para escucharte, pero sé que a todos les decías las mismas frases. Tu presencia se me hizo habitual porque te encontraba recurrentemente en el mismo sitio. Saludabas, me dabas tus orientaciones, me sonreías, como lo hacías con todos, con una fría gentileza que me excitaba. Te deseé por mucho tiempo, eras el prototipo de la belleza casual, funcional a tu uniforme celeste y a tu corporativa imagen. Pero nunca pude conocer más que tu tono de voz y tu sonrisa. Un mal día te esfumaste. Eras el holograma de un cajero automático y el banco aquél reseteó tu imagen cuando terminó la campaña de lanzamiento. Nunca pude olvidarte, amada virtual.


Valparaíso, 25 enero 2011.

No hay comentarios:

Publicar un comentario