jueves, 7 de abril de 2011

Odisea libertaria

Odisea libertaria
A Catalina de Los Ríos y Lisperguer
Urgentemente
cruzo la plaza de San Pedro
para presentar mi expediente azul
reclamando por el oprobio
que manchó tu historia,
Doña Catalina de Los Ríos y Lisperguer


Para hacer sentir al Sumo Pontífice
la crueldad perversa de sus inquisidores
la calumnia ululante que cruzaba la Colonia
amedrentando, pervirtiendo, codiciando,
esclavizando indios, usando sus mujeres


Quiero decirle al Papa que fuiste su víctima,
perseguida pelirroja de orgullo empedernido,
y necesitas de él un mea culpa
Porque quisieron apropiarse de tus bienes
Descalificar tu impronta de mujer valiente
Sepultarte en un claustro, como a tantas
Pero tu látigo sacudió sus dientes de oro
Defendiendo lo tuyo, tu dignidad y tu albedrío
Evitando que la codicia forrada en hábitos e inciensos
se quedara con tus tierras

No podía permitirlo tu prestancia rebelde
Te acusaron de maldita
Que al propio Cristo de mayo habrías expulsado
Murmuraron por el barroso campo de Santiago
Sus dientes enrojecidos de odio te mordieron el alma
Acusada de malvada, devoradora de esclavos
Apenas humana, la Quintrala


Pero detrás de eso la ambición desbocada
La fiera camuflada vestía sus hábitos de muerte
Rastrera se escondía en los portalones
Estirando los cuerpos sin misericordia
Estampando la verdad en su cruenta historia
Impía te llamaron
Basura de tu honra hicieron
Hasta dejar establecidas en leyendas
las mil misas redentoras
que habrías ordenado para salvar tu alma
Indómita Catalina de los Ríos y Lisperguer,
el puente de la ira se rompió a tus espaldas

Has sido víctima desolada de la mentira oficial
Por eso cruzo la plaza de San Pedro
Los orines del cenáculo se arremolinan
recordando las voces del Santo Oficio,
las torturas disfrazadas de piadosa espiga


Llego al Papa somnoliento
El mismo que espera quinientos años para un perdón
apenas susurrado en el ángelus
Y le grito desde la plaza hasta el balcón de las palomas
Que sus mentiras ya no te alcanzan
Que la vida te rodea y que la luz de la justicia
abraza tu cabellera pelirroja
Y le exijo que te dejen volver a ser niña, Catalina,
Libre, independiente, rebelde,
conjura de mapuche y huinca

Levantada como una espada para atravesar al verdugo
Y queda en el cielo tu nombre, tu honra recuperas
Y la vida se cuela por tu historia hidalga
Sin que nadie ose tocar tus bienes
Sin que ningún obispo profite de tus tierras
Sin que ningún zángano inquisidor beba el vino libre de tus campos
Eres heroica Catalina de los Ríos,
la vida hoy te aplaude a la distancia
y queda embelesada por tu coraje


Con tu verdad en ristre,
luchando contra el sistema,
revolucionando la colonia,
sembrando semillas de libertad
en la noche corrupta
que vestida de muerte
quiso pisotear tu dignidad inclaudicable.


Valiente y decidida mujer
de laica estirpe,
tu historia corrijan los escribas
Que fluya la verdad como un puño
que sacude la bazofia
de esos sarcófagos blanqueados
que por cinco siglos mortificaron tu memoria.
Valparaíso, Comarca de los Poetas, 7 de abril de 2010

1 comentario:

  1. Hola, me gustaría invitarle a visitar el nuevo sitio de poesía www.latino-poemas.net

    Ayúdanos a compartir sus poemas :)

    ResponderEliminar