martes, 27 de diciembre de 2011

Reino de cóndores

REINO DE CÓNDORES


Qué suerte 
poseer este rincón escondido,
tan rústico, tan magnánimo.
No lo conoció Quiroga
ni Romero,
no resguardó al Chacho
ni a Ferraro.
No lo disfrutó ningún cacique Diaguita
o araucano.

Se articuló sobre mi,
Para mi, 
para ser un edén
en cada otoño.

Este rincón,
para sentir el correr
del la sangre
por mis venas
por el cuerpo,
en este castillo secreto
de cóndores y la nada.
Rosalba/2011

viernes, 25 de noviembre de 2011

Regreso a mi soledad

REGRESO A MI SOLEDAD

Hoy regreso a mi soledad,


perdiéronse las imágenes sobre mis humedecidos ojos.

El tiempo es quien gana la carrera

y pide como premio el silencio de mi muerte.

Mis ojos cansados de observar se cierran

pero sienten la luz; la vivifican.

Esa luz sondea

innumerables confines de mi cerebro,

magnitudes infranqueables como el alma;

el universo.

Hoy regreso a mi soledad como un medio

de encontrar la paz a mi propia destrucción.

Me alejo de las pendientes borrascosas

y me introduzco

imperceptiblemente, en el mar del soliloquio.

Rosalba /2011 

viernes, 16 de septiembre de 2011

Convenciones útiles



Convine
que el sol fuera nuestro cómplice,
que los sabios alados
guiaran nuestro camino,
y los desaciertos tuvieran claridad,
no destrucción.

Convine
entusiasmada,
con el corazón palpitante
que ese lugar de Buenos aires
fuera mi pertenencia.

Convine
intentar una y mil veces
lograr una caricia amorosa
que viniera a mi,
como alondra posándose en mi hombro,
susurrándome “te amo sangre de mi sangre”.

Convenciones
logradas algunas, imposibles otras
que me dejaron en el espacio sin fin,
siendo la sombra de la luz
y la luz misma,
ser nada y todo

de lo que fue y será…

Al fin, ser una guerrera
que sigue escuchando al viento,
bendice al sol
y habla con las estrellas.








Rosalba Pelle Mancuso/11 Septiembre,2011

domingo, 11 de septiembre de 2011

Quisiera


Quisiera embaucar al tiempo
Desorientar sus lianas
Envolver sus herbarios
Destornillar sus letreros de destino
Congelar los celofanes de beso

Hilar una red de vuelos libres
y, en mariposas reconquistadas,
destilar mi cansancio
reduciéndolo a grumos

Inventar de nuevo el trompo
en banderas azules,
en el pestañear rizado de los vinos

Insistente en mi pausa de cariño
quisiera embaucar al tiempo

Canjearle un decenio por tres lirios
Uno de trabajo para alumbrar la lápida
del que murió cesante;
otro de luz filial
para la oscura mesa de la ausencia,
y el último, perenne y solitario,
como sólido bastión del canto libre

Quisiera embaucar al tiempo
Hurtarle su rastrillo de otoños
cimbrarme en el columpio de los nardos
Trepar la costanera en temporales
Quemar cual sábana amarilla
el lastre rutinario del decenio

Que entre en nuestros huesos
el sur bravío
Que despierte el suburbio
su hidalguía
Que languidezca
el acróstico del miedo

No quiero ser más un monosílabo
Quisiera embaucar al tiempo
rescatar de sus alforjas grises
la impaciencia adolescente,
la lección rocosa en las rodillas,
la claridad del grito solidario,
la esperanza de joven sin candados

Quisiera embaucar al tiempo,
pero dicen que sabe más
por diablo que por viejo…

Del libro Miedo al Miedo, 1987








domingo, 4 de septiembre de 2011

Resistencia

Alerta, poesía, resistamos…

Entramos a la era tecnotrónica.

Herodes se ha vestido de pragmático,

El Poder nos manipula hasta el cansancio.

Desquiciemos su torpe Cibernética,

arruinemos sus tácticas esdrújulas.

Entra silbando, irrespetuosa,

que salten sus fusibles infernales.

Dibuja camanchacas de abedules,

conjuga bramante el verbo Océano

esparce por pantallas y satélites

de tu canto astillas encarnadas.

Enloquécelos con tu cuerpo vital.

Encarámate en grito, lamento o carcajada.

Rescata las corolas y la melancolía.

Exorciza fantasmas de nardo.

¡Raya murallas, sé consigna del alma!

¡Que no nos tecnifiquen la nostalgia!

Vocifera, es tu deber,

eres la única.

Detrás tuyo se alinea la esperanza.

Incrépalos, amiga, no nos falles.

En raigambre mestiza usa mil nombres.

Proclama a la América asediada

Sumérgete en sus fiordos invencibles,

Recórrela cantando,

Rodea su cintura de permanentes aguas,

Despierta los pregones de la pampa.

¡Cura su dolor absoluto y altiplano!

¡Únete a su voz, sé solidaria!

¡Sé valle, macumba y Pachamama!

Desconciértalos, poesía,

resistamos…

¡Inventemos el día indispensable!

Hernán Narbona Véliz, Eroscidio, amática contra el desamor, 1989.

domingo, 28 de agosto de 2011

Poemas desde mi barrio, América.: Remanso

Poemas desde mi barrio, América.: Remanso

Remanso

Eres la única solución

para mis ansiedades

manantial que intuyo

entre espejismos


Eres la vid que dora el sol

el vértigo de aromas

que cura mis heridas


Eres el calor que me conforta

la seguridad que me cobija

el espigón azul

en que mis palabras

enmudecen de gozo

Siento que sin ti

me desvanezco

y me pierdo en subterráneos

me sofocan los negros oleajes

me dispersan las sirenas

de los emporios

me llevan a un leprosario gris

los argumentos racionales

de la locura

Solamente contigo

salgo del abismo

y me sujeto a tus besos

me aferro a tu piel

en madreselvas

y me convierto en apenas

soplo

en apenas cuerpo

en susurro de alma

que se acurruca a tu vera

para intentar eternidades

inalcanzables

apenas de la mano,

apenas uno solo,

apenas.


Caligrafías de amor, 27.08.2011



lunes, 1 de agosto de 2011

De Hilda Olivares, fragmento; "No encuentro la salida"

No encuentro la salida ,
perdida vago por laberintos de la vida
un golpe , otro
me vuelvo a levantar,
poner la otra mejilla
en la arena , época medieval
en vidas pasadas
se de gemidos
y unas lagrimas resbalando tras las sabanas,
ni penas grandes o pequeñas
han de derribarme
loca miro lado a lado buscando
a quien intenta derribarme
y buscando una salida.
La muerte corriendo a mi alrededor
de pronto su fría mano
tiende a tocarme y escapo

lunes, 18 de julio de 2011

Motricidad fina

Acércame tus labios

para volver a creer en ellos.

Déjame en un beso desabotonar tu blusa

y recuperarte cual cereza de fuego

en la plenitud de tus escalofríos.

Déjate explorar por mis dedos temblorosos

que juguetean nerviosos con los broches

de tu brasier, en esa torpeza adolescente

que se quedó conmigo para siempre.

viernes, 8 de julio de 2011


Imagen de Pan de Azúcar a 20 km de Chañaral

Llueve en el desierto de Atacama. Desde Chañaral una visión matinal de este espectáculo inusual.

La tierra del desierto es dura, pedregosa, no absorbe con facilidad la lluvia, el agua se va apozando y las calles que no tienen desagües pluviales comienzan a convertirse en grandes lagunas. Los comerciantes improvisan barricadas en la puerta de sus negocios para que el agua no entre, pero igual el efecto de la lluvia se advierte en el interior. Es que la gente del norte no se preocupa de que los techos estén seguros, ni siquiera tienen canales para las aguas lluvias. Por lo tanto, el daño que causa una lluvia intensa es notorio, porque el agua ingresa libremente a las casas. Pero, más allá de los plásticos que flamean al viento, lo de hoy es un regalo, que disfrutan niños pequeños aprendiendo lo que es un paraguas, caminando felices entre los charcos.

Sé que hablar del clima es el más común de los lugares, pero, en este caso es relevante pues ocurre en una ciudad instalada en medio del desierto, en un suelo rocoso, rico en minerales, cuestión que determina una actitud en toda la población que mira hacia el pique, hacia la montaña que se orada para extraerle sus tesoros. Aunque también está el hombre de litoral, el chango atacameño que ve en el mar su fuente de vida y sustento.
Son episodios que dejo como apuntes de una larga vecindad, acá en Atacama, una región que he conocido a fondo y que se ha hecho mi amiga, mostrándome sus muchos secretos.

lunes, 4 de julio de 2011

Poemas desde mi barrio, América.: Alquimias


Poemas desde mi barrio, América.: Alquimias

En probetas de greda incaica he indagado por tu génesis, Atacama. Rasmillones en la roca me confidenciaron de tus ilusiones galácticas. Empinado en el espiral del fuego superé las eras del hielo, pero se secó la sal y quedó el perfil del desierto embalsamado como una gran interrogante.

¿Qué familia de colosos bebió la energía en el Salar de Plato de Sopa? ¿Quién domesticó las Lagunas Bravas? ¿Qué gigante niño jugó con las rocas partidas, amontonadas frente a la playa Conchillas? ¿Qué artesano esculpió mastodontes y mamuts en la franja costera de Rodillo? ¿Cuántos fantasmas acumulados a la vera del camino se han quedado clavados a los crepúsculos de Caldera?

Sigo mi camino, deambulando sin un norte, atrapado a una nostalgia difusa, que viene del traslape de confusas dimensiones y se pega a la piel como camanchaca salobre de la fría madrugada. Así, fui recorriendo los arrecifes y urgué las arenas buscando el alimento del mar para sobrevivir a mis fantasmas.

Estoy deslumbrado, forastero perenne, inventando vertientes en las rocas eternas, cavando por vellocinos de oro, por pactos endiablados que retumban en los encierros magnéticos de los socavones.

Veo almas en pena deambular por ellos, buscando la veta de la juventud eterna. Y transpiran mis manos en el frenesí del espejismo dorado y claudico, como tantos, al embrujo del brillo.

Sin embargo, a poco andar, hinco la rodilla en tierra y escapo luego de las garras del oro, resguardado en la lisonja de mi abuela, que ha venido con su haz de luz a proteger mis pasos.

En la alquimia secreta del desierto, establezco mi oasis y quedo convertido en un cometa que se escapa y vuela libre por las fronteras de los acantilados, besando el mar, recuperando el candor de las auroras, libre amante persistente de los amaneceres de Atacama.

Hernán Narbona Véliz, 4 de julio de 2011.

lunes, 27 de junio de 2011

A MI VALPARAISO

Sobre verdes quillayes

Y tus antiguos templos
¡ que algún bueno bendijo ¡

En los quehaceres del tiempo

<< nace mi Valparaíso >>


Descendiendo hacia el eterno mar

Por reales y sinuosas escaleras

Bajo el cielo celeste infinito

Con fragante aroma a primavera.


Casas colgando de tus cerros

Como flores del jardín del Edén

Con el serpenteo del “camino cintura”

Con su gente buena, altiva y de bien.


Es un incontable hechizo

Con tu hermosa arquitectura

Eso eres y serás Valparaíso

Un espejismo y una postal

Un relato de un cuento

Una ciudad-puerto, inmortal.


Amalgamada al bravío mar

De callejuelas y ascensores

Con imponentes miradores

Alguien te bautizo e hizo

No hay otro, Valparaíso

Glorioso puerto de pescadores.


Enclavada en el extremo sur

De la América morena

Tu voz se escucha y es universal

De un Chile largo y alto

O tal vez, un montón de mineral.

Famosa por tus frutas

Sus mujeres y, su inmenso mar


Richard E. Vergara Bravo

Octubre 2010.-

jueves, 2 de junio de 2011

Caserita


Caserita…

Zarandeaba el canasto de mimbre en medio del mercado, las papas chilotas soltaban la tierra gredosa y se iban limpiando, disimulando sus ojos misteriosos. La pilastra se preparaba de madrugada, se disponían las frutas más seductoras, se hilvanaba la madrugada entre aromas, las betarragas de color granate y los apios verdes iban creando banderolas, los morrones rojos, verdes y amarillos, trepaban sus aromas encantados; los repollos y las zanahorias competían en alegría con las lechugas melancólicas. Más allá las naranjas, las manzanas deliciosas y las verde limón; los plátanos ecuatorianos reposaban su larga travesía.

La armonía del amanecer se congregaba en la ceremonia del mercado que despertaba y un tropel de hombres abrigados entraba y salía preparando todo. En un canasto oloroso, llevado por una abuela milenaria, los panes batidos asomaban la palta con arrollado huaso y el té o el café humeantes llenaban de aromas el reposo después de la tarea cumplida.

La tienda estaba abierta y se inauguraba un nuevo día, cantando a la vida con alegría, con las romanas limpias, los pasillos baldeados y las gargantas listas para cautivar a las caseras madrugadoras que venían de sus negocios a elegir la verdura de mañana. La vida se engalanaba de chistes y risas, el verdulero nunca necesito de psicólogos para enfrentar el día, nunca conjugó depresiones y cual mazorca otoñal siempre tuvo la sonrisa para enfrentar el alba.

Las crónicas que escribieron esos mercados en las nobles estructuras diseñadas por Eiffel, son el patrimonio intangible que da a mi puerto su más singular identidad. Caserita, pase, pruebe con confianza, las uvas de la vida coquetean con su pelo y hoy está más linda, se lo dice un feriante avezado desde los extendidos mercados del planeta.

________________________
Relatos porteños, 02 junio 2011.

viernes, 27 de mayo de 2011

Despedida

Me queda media hora

para sumergirme en la laguna de tus ojos

media hora escasa

paupérrima

violenta

terminante

para musitar tras tu lágrima

que me alejo

Déjame un puñado de silencio

un abrazo anclado

al alma encarcelada

que te grabará

en secreto

Media hora apenas

para alzar mis huesos

de tu lecho

apartar mis raigambres

de tu cuerpo

y despertar del sueño

con el agua fría

con la camisa blanca

la corbata de seda

los zapatos lustrados

mis documentos

Media hora

que se escapa en el silencio

ni un te amo

ni un reproche

Parto inexorable

sin despedirme

Me queda media hora

Alcanza para un café

o un té con canela

Cuídate mucho

me conceden tus labios

la media hora se agota

raudo alcanzo mi valija

y sin poder mirarte

frunzo el ceño

beso tu mejilla

y un hasta pronto

mentiroso

rasga el aire

Una paloma

ensucia la vereda

y el golpe de la puerta

a mis espaldas

cancela el último minuto

El amor se esfuma

y un avión me espera.

Dos poemas de Rosalba Pelle Mancuso

SEREMOS?

Divisible,
intermitente,
de a trechos,
por instantes,
algo geométrico que respira
una cuarta dimensión inexplicable.

Siento una cierta
milenaria identidad
y en ti
la dispersa evocación
del dios buscado.

Ven,
cierra los ojos para ver.
Excavemos a fondo
en las cortezas,
crezcamos,
para que un día,
hoy mismo quizás,
perforemos las murallas
y como saetas
saltemos como espléndidos caballos
al espacio,
estallando en sonoro festín…
como dos cuerdas.
Rosalba/2011 -------------------------------------------------------------------------------------------
HOY DESCUBRÍ UNA VETA MASOQUISTA
EN MI MANERA DE SER

Los fantasmas del tiempo
no abandonan ni muros ni entrañas.

La nostalgia duele.

¿Es tarde para la partida,
para el desayuno compartido?
¿Es tarde para sentir el perfume a magnolia
que estreche nuestros cuerpos?
¿Es tarde para olvidar el olor a pólvora, las balas,
que desviaron mi destino ?

Comienza la liturgia del otoño,
extraño tanto los sones de tu risa,
añoro tanto la humedad bajo los parpados
que nos emocionaba hondamente…


Hoy, camino por oscuros laberintos
buscando arrancar esta veta que,
con tentáculos de cemento,
me tiene atrapada
en estas cuatro paredes, vestida de dolor.
Rosalba/2011

miércoles, 18 de mayo de 2011

Rubén Vedovalvi: Oficios de Tierra Celeste

El correo me trajo esta agradable sorpresa, que comparto en esta Comarca de Los Poetas.
Aprecien la musicalidad y la magia de su poesía.

OFICIOS
DE TIERRA CELESTE

"La música es incapaz de expresar nada por sí misma"

Igor Stravinsky

toma un turrón

dame lugar en la bicicleta

nunca he visto una tarde más linda de sol

¿y esa música?

¿quién diablos sangra esa bendita música?

de veras estoy empezando a creer

que esto no es cierto

mi suerte es tanta

soñé que me ataban a la noria

daba cien mil y mil cien vueltas

subiendo el agua volcando estrellas

un agua clara como amor de loca

dame un turrón

toma lugar en la bicicleta

te he soñado una hembra de cisne embarazada

ruido

muchos críos y un nido en lo alto

volábamos un cielo desatado y profundo

salvajemente fundidos

hermoso hermoso

un sueño claro como ojos de niño

de veras estoy empezando a creer

que eso era cierto:

mi muerte es tanta!

¿y esa luz?

¿de dónde cuernos vuelve tanta luz?


(R)ubén Vedovaldi


Rubén Vedovaldi publicó: CULTURICIDIO EN ARGENTINIEBLA y PROBLEMAS PARA QUEDAR MAL CON DIOS Y CON EL DIABLO –poemas-

Ediciones “NO MUERDEN” Rosario, 1991

LAUREL DE FUEGO & BOCA DE TORMENTA –aforismos y poemas. En diciembre de 2008 Ediciones EN LA CLARIDAD DE LA NOCHE Ciudad Autónoma Bs. As.

Escritos suyos figuran en revistas y antologías nacionales y extranjeras.

Participó en el video: LA IMAGEN DEL POEMA realizado por Denise Almeida

Rosario, Argentina, 1994

Figura en LA ÚNICA CIUDAD, Antología de poesía, compilada por Eduardo D’Anna, Librería Homo Sapiens, Rosario, Argentina, 1995,

Colabora en CONTRATAPAS de Rosario/12, suplemento de Página 12.

Grabó Disco Compacto con sus poemas de LAUREL DE FUEGO Y BOCA DE TORMENTA 2008..

Difunde poesía propia y de otros autores en micros de canales de cable, emisoras radiales de Frecuencia Modulada y en sitios de Internet.

"Su inconformismo -dijo Horacio Castillo- es la mejor prueba de su conciencia estética."


lunes, 9 de mayo de 2011

Ruptura


Se abre esta noche,

en impaciencia,

la ruta del hastío

Tu lúgubre cantinela

diluye mi alegría, lapida mi risa, sin clemencia

Cálmate, mujer,

deja ya de presionar con tus quejumbres

Déjame respirar, no me sofoques

Cual blanca avalancha tus celos

inundan nuestro lecho

Estás rebasando mi frontera

pronto te descubrirás hablando sola

Los labios son piezas del amor,

no los maltrates ni malgastes

mordiéndolos con rabias y rencores

No creo en tus sollozos,

manipulas con tus llantos,

Solitario subo a mis roqueríos,

escapo de ti, doliente.

Me encierro en la escasa libertad

que rescato en la noche

Y me escondo en mis libros gastados

para mantener el silencio cual burbuja,

hastiado de tu ira

de tus majaderas historias truculentas

del frío que nos invade como un hongo negro

Atenta, mujer, que un precipicio

circunda nuestro amor de fuego

Porque demueles el amor que te profeso,

Porque destruyes las ocasiones de beso

Sepultas mi deseo entre jaquecas.

Y yo anuncio un próximo escape,

quizás definitivo.

Historias de desamor, Comarca de los Poetas, 9 de mayo de 2011.